La dislexia es un trastorno del aprendizaje que se manifiesta con una dificultad para leer y para comprender lo que se lee. Esto no está relacionado con problemas en la inteligencia, sino con la forma de procesar las letras y las palabras.
Cuando un niño tiene dislexia presenta dificultades para leer de forma fluida, para descodificar las letras que está viendo y para comprender palabras o frases, lo que le dificulta en muchos casos seguir el ritmo de la clase porque leen mucho más despacio que sus compañeros. La dislexia puede tratarse mejorando la habilidad para leer y la comprensión lectora del niño. Para conseguir este objetivo, el niño debe trabajar de forma constante, no solo en el aula sino en casa y debe recibir el apoyo de sus padres para realizar actividades que le permitan progresar y mantenerse motivado.
Ayudar al niño disléxico desde casa
Como padres, podemos ayudar a tratar la dislexia siguiendo estos consejos:
1. Detectar cuál es la dificultad concreta del niño
La dislexia no se manifiesta del mismo modo en todos los niños. No solo existen distintos tipos de dislexia, sino que la intensidad en la que se manifiesta varía en cada persona. Por eso es importante que, si se detectan indicios que puedan indicar que el niño padece este trastorno, se busque ayuda profesional cuanto antes para determinar si el niño padece dislexia, de qué tipo y en qué grado.
A partir del diagnóstico será más fácil comenzar a trabajar para que el niño mejore, gracias a una serie de actividades diseñadas específicamente para tratar las áreas en las que el niño muestra más dificultades, tanto en el aula como en casa.
2. Trabajar junto a él en actividades específicas para su dificultad
Cuando se ha determinado cuál es la dificultad concreta del niño y en qué grado le afecta, se prepararán una serie de actividades sobre las que el niño deberá trabajar en el aula, pero también se deberá reforzar todo lo aprendido en clases desde casa.
Los padres deben sentarse con el niño y ayudarlo a realizar tareas de lectura y comprensión. Algunos ejemplos de actividades que se pueden realizar en casa son:
- Lectura conjunta de libros que sean de interés para el niño: se debe insistir en que el niño se concentre en las palabras y en que se tome el tiempo que necesite para entender aquello que está leyendo. Si es un tema que interese al niño mucho mejor, pues será más fácil que disfrute de la lectura.
- Lectura en voz alta para que el niño detecte errores: se puede elegir una lista de palabras cuya dificultad variará en función del nivel del niño. Se le pide al niño que lea las palabras y luego se las leemos en voz alta avisándole que debe detectar cuáles son las palabras que no decimos correctamente. De esta forma lo ayudamos a concentrarse en la correspondencia entre sonidos y letras.
- Lectura de sílabas complejas: otro ejercicio bueno para mejorar la destreza lectora es la lectura de sílabas complejas, de tres o cuatro letras. El niño deberá leer en silencio una lista de sílabas y luego hacerlo en voz alta. Podemos resaltar aquellas sílabas que ha leído bien para que, a medida que mejore, pueda ver sus avances y se mantenga motivado. A medida que avance las sílabas se pueden sustituir por palabras y frases.
3. Utilizar el juego como herramienta de trabajo
Una de las mejores formas de trabajar con los niños es a través del juego. En el caso de la dislexia, utilizar juegos con letras y palabras es una forma divertida de que el niño realice actividades de refuerzo sin que lo perciba como tareas extra.
El juego es además una forma de reforzar el vínculo con los hijos. Algunos de los juegos que se pueden realizar junto a él son las sopas de letras, juegos de formar palabras como el Scrabble o el Boggle, o también se puede jugar al ahorcado, empezando con palabras sencillas y aumentando la dificultad a medida que el niño hace avances.
4. No presionar en exceso al niño
Aunque el trabajo constante es necesario para mejorar la habilidad con la lectura, es importante no presionar de más al niño. Para él ya es difícil el esfuerzo constante que tiene que realizar en todas sus tareas de lectura, por lo que se le debe apoyar, pero también se debe dejar espacio al niño para que si se siente cansado, pueda tomar un descanso.
5. Mantener la motivación
En muchos casos los niños con dislexia se sienten como menos capaces que sus compañeros de clases a causa de su dificultad con la lectura. Sin embargo es muy importante recalcar que estas dificultades no están asociadas a la inteligencia y que el niño es igual de capaz que los demás niños.
Los padres deben esforzarse por mantener la motivación del niño y por evitar que se sienta mal al encontrarse con las dificultades propias de la dislexia. Se deben encontrar actividades en las que los niños destaquen, como los deportes o alguna actividad artística, en la que el niño pueda expresarse cómodamente y con la que se sienta a gusto.
Ver un progreso favorable en estas actividades puede ayudar al niño a sentirse motivado. De este modo será más fácil que se esfuerce más con la lectura y la comprensión lectora, porque verá que el trabajo constante le trae recompensas.
Para trabajar la dislexia en casa lo más importante es ser pacientes, seguir las recomendaciones del pedagogo que nos asesore e involucrarse en las actividades que realiza el niño. El apoyo de los padres es clave para conseguir que la dislexia no sea un problema a largo plazo para los hijos.
FUENTE: Artículo escrito por María José Madarnás
Más Información: Editora de Maternidad Fácil.